Cada época cambia, y con ella también los cuerpos. Podríamos hablar de un cuerpo mutante. Cuerpo que responde a estímulos, a miedos, al asombro, al desplante, a la mirada amorosa… y cómo cada miembro, cada parte, (cada cuerpo dentro del cuerpo siempre múltiple) se tensiona, se mueve de otro modo.