Manifiesto

Consideramos que el arte posibilita un espacio de comunión, de acercamiento con los otros. Se ubica de tal modo en la realidad que la inquieta, la mejora, la embellece, la agita y la suaviza al mismo tiempo.

El arte no es cosa aparte, intocable y que hacen otros.El arte está en todos; los niños, él, ella, la piedra, el cielo, la melodía, las letras… Nos construye y lo construimos, nos atraviesa y lo atravesamos.

Es por esto que proponemos una “Toma del Arte”.

Nos pertenece.

Acerquémoslo a nosotros y disfrutemos de él.

Explorar más hondamente la realidad, comprenderla mejor, y con más detalles para que se vuelva más “humana”, más poética. Esto implica un espacio de confluencia, de ideas, materiales, movimientos, gentes distintas que se van trasformando en la relación con los otros y sus mundos.

 
Por qué Akántaros:
Pusimos el nombre Akántaros por cada lluvia, por la intensidad de cada lluvia, por el acopio adentro de un cántaro. Y esa palabra nos implicaba en otras.

En Akántaros homenajeamos a Tadeusz Kantor.

Al cantor Pablo Guerrero con su disco A cántaros y su tema Tú y yo, muchacha, estamos hechos de nubes.

Con la lluvia a Juan Gelman y su poema.

Siempre es acá donde se realiza la acción (aká).

Descubrimos al dios Thor (Tor, dios del trueno).

Otras implicaciones: Pina Bausch mide la danza en mililitros. A lo largo de su carrera, el agua ha sido elemento fundamental. El río Bósforo parece desbordarse en la escena de Nefés, la obra sobre Estambul Agua en cascadas cae también en Vollmond. De pantano estaba hecha Consagración de la primavera y aguas turbias y estancadas eran el escenario de Arien. Fluidos naturales y fluidos corporales. Coreografías líquidas.

arbol-1